domingo, 11 de junio de 2017

Crónicas de un Domingo

Domingo tarde-noche,
pongo el agua para el mate,
me apoyo en la mesada de la cocina,
y empiezo a recordarte...

Vienes siempre en forma de Domingo.
(antes eras siempre Viernes).
Recuerdo aún, tu timidez,
como intentabas ocultar tu acento,
que te delataba, eras de otro lugar.
Esa sonrisa tímida al escuchar algún que otro chiste.
Recuerdo aún ese día en el que,
con tu mejor rostro inocente,

me señalaste tu escote y dijiste:
"es mucho, no?"
Me dejaste sin palabras,
Como tonto adolescente,
de poca experiencia, te dije:
"creo que no, no se, depende de vos"
Nunca me la jugué,
(siempre jugué a lo seguro con vos).
Recuerdo aún esa noche,
mi ilusión a flor de piel,
me temblaban las piernas,
mis manos heladas,
mi voz temblorosa,
(lo admito, fui tan inmaduro, quizás demasiado inocente)
Pensé "esta es mi noche",
pero me volví a decepcionar.
Es que no me di cuenta,
o malinterpreté las señales,
era obvio que el se iba a ganar tu beso.
"Esta es mi peor noche" pensé.
Recuerdo aún,
tu forma de vestir,
me hervía la sangre
sólo de pensar que otros te veían igual que yo.

Mierda, se me pasó el agua...
tanto tiempo esperando
el momento indicado y se me pasó
por estar recordándote.

Quizás fue una pequeña metáfora
que me preparó la vida.

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