sábado, 23 de febrero de 2019

Poema salado

Saludos querida muchacha de la remera violeta
Puedo dejar por ahora de leer este libro de Séneca


Debo afirmar que quizás es en exceso grande mi pena
Lamento que mi amor pueda tener forma de veleta

Nuestro problema de apenas el diámetro de tu muñeca
Es solo mi descanso, banquetes de comida y cerveza

Quizá deba repensar desde el comienzo mi meta
¡Hurra! ¡Hurra! ¡Dios salve a la reina Antonieta!

Y tu risa atolonrdada que es apenas una mueca
Soy terminante, seguramente la más linda del planeta.

¡Babor! ¡Estribor! ¡Que izen todas las velas!
Atravecemos el mar, como si esto fuese una novela

Como si no existiese nunca el riesgo de tormenta
Mejor que eso, eres mi aventura, mi puerto y mi condena.

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