martes, 12 de septiembre de 2017

¡A las armas!

Te llenaré de besos,
como si fueran llaves
que te liberan
de las cadenas de esta sociedad,
que traban y encierran
la lujuria, el goce y la libertad.
Disfrutad de la anarquía 
de nuestro sexo.
¡Libertad! Eso son nuestros cuerpos cuando se funden, amor.

Desafiaremos al sistema
cuando mis besos
te liberen por fin,
con tu cabello revuelto,
el sudor en tu frente,
montando la lujuria 
de vernos desnudos.

¡A las armas!
Demosle guerra 
a los ejercitos 
de la soledad y la tristeza,
con tu cuerpo y el mío,
tu hermosura al frente
como bandera.

Como un ejército con la bravura
de los espartanos
y la densidad de los persas
triunfaremos.
Y al menos mientras dure el acto,
seremos libres.
O moriremos en el intento.

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