Quiero invitarte a que me leas un segundo.
Porque pareciese que no pienso nada, sé que lo pensas porque lo vi en tus ojos, cuyas pupilas ahora se dilatan para captar más luz en caso de necesitarla. Además probablemente se te sequen las manos y una gotita de ansiedad carcoma tu mente y tu silencio. Pero ponete cómodo y leeme hasta el final.
Estuve pensando en mí, sí. Suena narcisista pero estudiarnos a nosotros mismos es una oportunidad única y hermosa para observar el cerebro humano en funcionamiento. Si superas el sesgo inicial, claro está. Pero no es fácil, esas barreras suelen estar por algo, naturalmente imagino que para evitar algo.
¿Sabés qué escucho cuando escucho mi voz? Me escucho a mí, pero como duplicado.
Es interesante a veces creer que hay una vida pasada a la actual. Esa es la voz que escucho, como el eco de un alma vieja redoblando en eco a la voz que te habla ahora. Y podría estar recordando tantas cosas...
Le tengo pánico al agua ¿Sabías? Creo que está claro que mi antigua alma murió ahogada.
Creo que se intenta comunicar con vos y yo sólo estoy cumpliendo su voluntad. Porque ya sabés, entiende más que yo. Y será probablemente este vacío existencial o continua sensación de soledad sólo lo que siente mi yo pasado por no estar dónde debería estar. Quizás mi lugar no es acá y probablemente nunca lo encuentre. Respiro y respiro como ahogado porque respiro por dos. Por tres en realidad, por mí, por ella y por vos. Mi respiración se acelera, agitada, jadeando, porque mi mente ahora piensa por dos, o por tres, y simplemente no se pueden concebir dos cosas en una. ¡Eso va contra todo lo que sabemos de física! Principio elemental: dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio. Pero después de todo, qué puede entender la física. Te abrazo, querido lector, porque ahora te estás preguntando si tiene algún sentido las preguntas y suposiciones que estoy haciendo. Y debo confesarte que estoy seguro que el problema no es lo que yo dije, sino que no te has hecho las preguntas correctas.
Porque pareciese que no pienso nada, sé que lo pensas porque lo vi en tus ojos, cuyas pupilas ahora se dilatan para captar más luz en caso de necesitarla. Además probablemente se te sequen las manos y una gotita de ansiedad carcoma tu mente y tu silencio. Pero ponete cómodo y leeme hasta el final.
Estuve pensando en mí, sí. Suena narcisista pero estudiarnos a nosotros mismos es una oportunidad única y hermosa para observar el cerebro humano en funcionamiento. Si superas el sesgo inicial, claro está. Pero no es fácil, esas barreras suelen estar por algo, naturalmente imagino que para evitar algo.
¿Sabés qué escucho cuando escucho mi voz? Me escucho a mí, pero como duplicado.
Es interesante a veces creer que hay una vida pasada a la actual. Esa es la voz que escucho, como el eco de un alma vieja redoblando en eco a la voz que te habla ahora. Y podría estar recordando tantas cosas...
Le tengo pánico al agua ¿Sabías? Creo que está claro que mi antigua alma murió ahogada.
Creo que se intenta comunicar con vos y yo sólo estoy cumpliendo su voluntad. Porque ya sabés, entiende más que yo. Y será probablemente este vacío existencial o continua sensación de soledad sólo lo que siente mi yo pasado por no estar dónde debería estar. Quizás mi lugar no es acá y probablemente nunca lo encuentre. Respiro y respiro como ahogado porque respiro por dos. Por tres en realidad, por mí, por ella y por vos. Mi respiración se acelera, agitada, jadeando, porque mi mente ahora piensa por dos, o por tres, y simplemente no se pueden concebir dos cosas en una. ¡Eso va contra todo lo que sabemos de física! Principio elemental: dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio. Pero después de todo, qué puede entender la física. Te abrazo, querido lector, porque ahora te estás preguntando si tiene algún sentido las preguntas y suposiciones que estoy haciendo. Y debo confesarte que estoy seguro que el problema no es lo que yo dije, sino que no te has hecho las preguntas correctas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario